Por Iván Lavín/Cine Oculto
Porque el cine es la ventana
más dolorosa hacia la realidad;
pero sólo abierta es que la habitación se
ilumina.
I
México borracho, México crudo,
México sudado, México con lágrimas de fe,
México de sangre y México de fuego.
México del pavimento
a la tres de la mañana.
Crucificado por el pecado de sus hijos,
para la anhelada despensa de la madre,
para escuchar el grito arrepentido de las prostitutas.
Tus hijos abandonados buscando las monedas en el lodo,
rompiendo sus cabezas
por un hambre que no entienden.
Y tus hijas violadas por sus hermanos ciegos en el camino a
dios.
Señoras con sus piernas podridas por la carga eterna de sus
esposos…
Pero ya vendrá tu milagro Señor de Chalma,
y los niños compartirán el pan mientras los grillos cantan.
“Fé, Esperanza y Caridad” de Alberto Bojórquez, Luis Alcoriza y Jorge Fons
II
Porque aquí la verdad es
que ya han matado a jóvenes,
los lincharon con
machete de iglesia los hijos de San Miguel,
con ese miedo estúpido,
con ese odio terrible que suelta la
ignorancia.
Como animales borrachos
que muerden todo con desconfianza,
con una rabia
descargada, tan devota, tan guardada, tan de años de dolor inexplicable.
Fue el dios del pueblo
quien les habló de odio, calentó sus cabezas, luego les aventó carne.
No sabían muy bien por
qué perseguían a estos jóvenes, pero su instinto de fieles les decía que así
tenía que ser. Era la verdad porque la
verdad es la iglesia…
Al amanecer México celebró su cumpleaños con su verde
sonrisa falsa,
después de llorar toda
la noche por sus hijos y de tragarse la sangre con su llanto,
su padre de traje perfumado le prometió olimpiadas
si se callaba, si portaba bien.
Los soldados marcharon
sin cara por un lado y los muertos marcharon sin voz por el otro;
pero no hablaron, pues la mentira nunca quiere saber nada de la
verdad.
Por las venas de la
ciudad corren dos sangres que se rozan pero no se tocan;
una es la sangre fría
de las apariencias, otra es la sangre caliente de la impotencia.
“Canoa.” de Felipe Cazals
III
Ya vendrá la purificación, y la purificación será de fuego.
La sed de libertad que quema la piel y se hace pasión.
Pasión de mujer reprimida que dibuja miembros erectos en los
baños.
Con la cara quemada y con el olor de hombre guardado en la
mano,
es un olor a lujuria, a olas de mar y a lunas de miel.
Todo esto se guarda con llave en los cajones de las viejas
de provincia,
mientras ella aquí se
asfixia por dentro soñando con el pecado de la carne.
La falsa moral un cautiverio “tan bonito” que las aves
parecen crueles al incendiarlo todo,
es que la mujer mexicana estuvo noches enteras encerrada en
su recamara, platicando con el diablo,
ella, que fue callada por siglos de los siglos aguantando
tanto, tanto que cuando habla ya sólo saca fuego y quebranto.
“La Pasión Según Berenice” de Jaime Humberto Hermosillo
IV
Es el vestido rojo de
Manuela el amor escondido de los machos.
Lo rompen con violencia
mexicana porque les da miedo su
contradicción.
El Machismo es la máscara
que esconde un deseo escandaloso bajo gritos y golpes.
Como el perro que monta
a otro perro y lo muerde enojado por su deseo.
Ese es el mexicano que
le teme a la mujer y a la mujer que hay en él.
Está perdido en los
burdeles buscando a su madre con el rencor de su padre,
buscando el perfume de gardenias en las bocas maquilladas
de los hombres,
buscando el paraíso en
las luces rojas y en el baile, ese paraíso con el que tanto soñó en la infancia.
Pero el infierno no
tiene límites… porque el infierno es aquí donde estamos, y aquí donde es el
infierno tenemos que permanecer.
Hasta que la luz
aparezca, tal vez mañana, tal vez mañana… llegue la luz,
y nos despertarán con
un beso en los ojos para ya no ser ciegos.
“El lugar sin Límites” de Arturo Ripstein
V
Al México que no se le permite cambiar.
La cadena perpetua, el castigo eterno.
La cabeza en el suelo, chantajeado por su pasado.
No puede respirar por el humo de las oficinas,
entre secretarias y bancos, entre percudidos tajes cafés.
Camina el mexicano desesperado, hablándole a dios, a la
virgen, a nadie.
Arrancándose la cabeza porque la realidad no lo perdona.
Ratero una vez ratero siempre, no hay hombre nuevo si no se
le deja nacer.
Sale para entrar y cometer el mismo delito eternamente como
la piedra de Sísifo.
A lo lejos suena un grito repetido ¡México! ¡México! como una porra a su absurdo,
como el que celebra porque perdió, en una locura trabada ¡México!
¡México¡
Es el monstro que grita su nombre eternamente en un eco
necio.
Desde los profundos ojos del ratero se asoma toda la nación para
verse a sí misma sin salida.
¡México! ¡México! seguirán sonando siempre los tambores
aztecas,
desde la tierra,
desde la sangre, como latidos del corazón.
“Cadena Perpetua” de Arturo Ripstein
FIN
Las
películas que inspiraron este escrito serán proyectadas en el ciclo que
organiza Cine Oculto llamado La Verdad Obligada. Cine Mexicano de los 70´s
todos los jueves de Julio a las 18:00hrs en Palacio Nacional en el Edificio Polivalente,
segundo piso. Entrada por calle
Moneda. Cerca de metro Zócalo. ENTRADA LIBRE. CINE DEBATE